En diciembre del 2016, la legislatura de Tierra del Fuego aprobó la ley que crea el primer laboratorio estatal de la provincia. Esta semana, la gobernadora Rosana Bertone promulgó y reglamentó la norma, lo que pone formalmente en funcionamiento la planta productora, que buscará producir medicamentos a bajo costo para el sistema sanitario público. En decreto establece que la firma deberá mantener la mayoría por parte del Estado, y podrá incorporar capitales privados. Además, estará exento de pagar impuestos, para bajar los costos. La iniciativa posee el aval del Ministerio de Salud de la Nación y de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). 

La gobernadora Bertone promulgó la ley 1136 que establece la creación del “Laboratorio del Fin del Mundo”, el cual permitirá la incursión de la provincia de Tierra del Fuego en la producción y comercialización de productos farmacéuticos. “Tierra del Fuego podrá a futuro producir sus propios medicamentos, antibióticos y sueros”, indica un comunicado oficial, que confirmó la puesta en marcha de las diversas etapas hasta que se comience con la producción. 

Según la reglamentación, el laboratorio se integrará con participación estatal mayoritaria y se regirá por la ley general de sociedad (ley nacional 19.550). Además, contará con un directorio que estará compuesto por tres miembros, con mandato por tres años, pudiendo ser reelegibles, siempre que no excedan tres ejercicios. La ley exceptúa a la empresa estatal del pago de todos los impuestos provinciales creados o a crearse, que se deriven de los contratos y actividades que la Sociedad del Estado realice. También quedará exento del pago de impuestos, tasas y gravámenes provinciales los actos constitutivos de la sociedad. 

El proyecto es “amplio” y posee “varias etapas”, aunque la primera está basada en la puesta en marcha de un laboratorio que inicialmente “fraccionará, almacenará y distribuirá” un medicamento “de alto costo que no se produce en América Latina” y que luego “comenzará a ser sintetizado en Tierra del Fuego”, detalló el bioquímico Carlos López, jefe de laboratorio del Hospital Regional Ushuaia y vocero del gobierno en el emprendimiento. 

López explicó que para ello ya existen tratativas con una “multinacional farmacéutica” que posee la patente del medicamento y que realizaría la transferencia de tecnología a la provincia para poder producirlo, aunque advirtió que “los nombres de la empresa y del remedio no pueden ser revelados todavía debido a una cláusula de confidencialidad suscripta por el Estado fueguino hasta el momento en que se concrete la operación”, indicó.