Los medicamentos modernos están a menudo compuestos por varios ingredientes activos. Ahora se pueden almacenar por separado en un cartucho de doble cámara y aun así administrarse fácilmente.

Para los organizadores de los Good Days, asociación estadounidense sin fines de lucro, el 10 de julio debría ser declarado el “Día de la Sensibilización por las Enfermedades Crónicas”, dedicado a todos aquellos que dependen permanentemente de medicaciones debido a una enfermedad crónica.

La industria farmacéutica ha realizado grandes progresos en el desarrollo de medicamentos cada vez más eficaces para tratar a las personas que sufren esas patologías. Normalmente deben ser inyectados, algunos semanalmente, otros varias veces al día lo que representa una verdadera sobrecarga para los pacientes. Por esta razón parece razonable que ellos mismos se administren las inyecciones de forma segura y con el menor trauma posible.

Muchos principios activos nuevos sólo se pueden almacenar de forma estable si están liofilizados  y antes de ser inyectados deben ser diluidos con el disolvente apropiado. Para eso el paciente necesita dos viales con distintos contenidos y una jeringa. Primero hay que aspirar el disolvente con la jeringa e inyectarlo dentro del segundo vial. En seguida, el medicamento es retirado nuevamente con la jeringa para, entonces, ser administrado al paciente utilizando una nueva jeringa. El riesgo de error, como una posible contaminación de las sustancias, aumenta con el número de pasos. El paciente puede además equivocarse con la proporción de mezcla o con la dosis.

Una forma de administrar estos medicamentos es por medio de un sistema de pluma en un cartucho con dos cámaras que contiene dos componentes del fármaco, la parte liofilizada y el diluyente. Funciona de la siguiente manera: cuando se gira el cierre del inyector de pluma, el émbolo es empujado hasta la altura del bypass y el líquido fluye dentro de la cámara delantera através de la abertura de casi 0,1 mm. Allí se mezcla con el segundo componente. El medicamento final se puede inyectar entonces sin ningún riesgo de contaminación y en la dosis exacta, simplemente accionando el inyector de pluma.

Estos cartuchos son compatibles con los sistemas de inyector de pluma más comunes y se pueden adaptar a las necesidades específicas de las empresas farmacéuticas. El sistema es seguro y cómodo para el paciente y ventajoso para las farmacéuticas. Muchos medicamentos nuevos están disponibles inicialmente como liofilizados, porque los fabricantes buscan la solución para almacenar los ingredientes activos de manera estable en forma líquida. Al elegir un cartucho con cámara doble estará resuelta la cuestión del almacenamiento en un único emabalaje, los medicamentos quedan protegidos, se reconstituyen fácilmente y se administran de forma más segura – cuatro ventajas a la vez.