Notas de Interés
Científicos argentinos descubrieron que un antiguo antibiótico podría detener el Parkinson
La investigación fue publicada por la revista Scientific Reports.

 

 

 

 

La investigación, publicada en la revista Scientific Reports (de la editorial Nature) tiene como eje central a la doxiciclina, un antiguo antibiótico perteneciente al grupo de las tetraciclinas que es frecuentemente utilizado para el tratamiento de las neumonías y otras infecciones.

 

El estudió reveló que el fármaco, aplicado en muy bajas dosis, puede reducir la toxicidad de una proteína responsable de propagar la muerte de las neuronas.

 

"El descubrimiento fue casual, algo que en ciencia llamamos serendipia. Estábamos haciendo otros estudios, intentando obtener modelos experimentales de ratones con Parkinson y nos dimos cuenta que los que estaban alimentados -por error- con consumos que tenían dixociclina, que en realidad eran para otro lote, cuando nosotros poníamos el tóxico en el sistema nervioso nos funcionaba", comentó a Infobae Rosana Chehín, investigadora independiente del Conicet en el Instituto Superior de Investigaciones Biológicas (Insibio, Conicet-UNT).

 

"Hay una proteína en el cerebro que normalmente está soluble y cumple una determinada función en las neuronas, pero que en determinados momentos se vuelve tóxica -no se sabe bien por qué- y empieza a matar las neuronas. Lo que hace la doxiciclina unirse a estos agregados, inducir un cambio de conformaciones en ellos y reducir su toxicidad. Lo que se publicó son las bases moleculares que explican este proceso", agregó.

 

Además de la especialista argentina, el estudio estuvo encabezado por Rita Raisman-Vozari, del Instituto para el Cerebro y la Médula espinal (ICM), de París, Francia. También participaron científicos brasileños. El trabajo se realizo parte en Tucumán, parte en París. "La propuesta es reciclar esta droga y usarla como neuroprotector, a mucha menores dosis de la que se emplea normalmente, dosis subantibióticas según nuestros cálculos, en las cuales no se genera resistencia al antibiótico", explicó Chehín.

 

La especialista destacó la importancia de recalcar que los resultados están en una fase experimental. "Todas estas son pruebas preclínicas. Funcionan muy bien en cultivos de neuronas y también lo han hecho en animales de experimentación lo que no significa que tenga los mismos resultados en la escala humana. La reducción de la toxicidad de alfa sinucleína podría abrir nuevas estrategias terapéuticas para la enfermedad". En este punto ya no depende de la labor de la comunidad científica, sino que es necesaria la intervención de neurólogos, los sistemas de salud y la industria farmacéutica.

 

"Para que una nueva droga llegue al mercado se necesitan 14 años de pruebas preclínicas y clínicas. Es un fármaco que ya está probado, ya se le conocen los efectos adversos y que ya está en el mercado. Lo que hacemos es reproponer un uso. Pensamos que a futuro se podría llegar a dar en muy bajas dosis como prevención todos los días porque protegería a la neurona del daño tóxico. Lo que no hemos encontrado es que revierta el daño que ya está hecho. Es una esperanza", afirma Chehín.

 

Fuente: PM Farma

 

 

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