Como parte de un proceso de expansión en el mercado local y en el internacional, a partir de inversiones cercanas a los u$s45 millones, Laboratorio Richmond planea seguir ampliando su capacidad de producción local en Argentina y los desembolsos para investigación y desarrollo, especialmente en el área de biotecnología.
En este sentido, la empresa acaba de recomenzar la construcción de una nueva planta farmacéutica para la producción de medicamentos de alta potencia para el mercado local y sobre todo para exportación.
El laboratorio basa su crecimiento para los próximos años en los parámetros de su plan de acción ambiental que incluye indicadores claves como el consumo de energía y de agua; emisiones de dióxido de carbono y generación de residuos. Para Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond, la brújula del desarrollo de su compañía “sigue siendo marcada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.
Figueiras anticipa que destinarán u$s43 millones para los próximos dos años, tanto en producción como en desarrollo de nuevos productos. “Queremos estar a la altura de las circunstancias para lo que nuestro país necesite, aportando para salir de esta crisis que nos deja la pandemia”, enfatiza el empresario convencido, además de que el país volverá a crecer a partir del 2021: “por lo cual tenemos puestos todos los esfuerzos en hacer lo que sabemos, crear productos que aseguren la accesibilidad de los pacientes a tratamientos de calidad y dar trabajo”.
El empresario anticipa que el objetivo para los próximos años está puesto en lanzar el primer medicamento genérico o biosimilar como alternativa de alta calidad al producto innovador; como así también composiciones farmacéuticas propias, no solo para Argentina sino también para toda Latinoamérica. “Así aportamos al acceso apropiado de los pacientes a los tratamientos y a las mejoras terapéuticas siguiendo una de nuestras máximas que indica que la innovación debe necesariamente transformarse en accesibilidad a los tratamientos para lograr la soberanía sanitaria”, explica.
Figueiras destaca que la política comercial de Richmond está fuertemente ligada a los compromisos ambientales y se muestra convencido de que la ciencia es parte de la solución a los problemas de la Argentina. “Por eso, tenemos una importante colaboración con muchas Universidades, el CONICET y estudiantes de Ciencias Duras a través de planes de becas y convenios de colaboración de manera de fomentar el desarrollo de talento local”, sostiene.
En el 2018 inició la construcción de una nueva planta en Pilar, provincia de Buenos Aires, destinada a la producción de medicamentos de alta potencia para ampliar su capacidad de producción local y continuar con la inversión en investigación y desarrollo, especialmente en el área de biotecnología. En 2020 avanzó con la instalación de la nave principal y la construcción de calles aledañas, las cuales ofician de conexión a la planta productiva. También, se armó la estructura metálica y la playa de servicios. En cuanto a equipamiento, se realizó la prueba de aceptación de fábrica (FAT) de los equipos de producción: granulador onepot, comprimidora, mezclador y paila de recubrimiento.
En el caso de la expansión regional, y cumpliendo con una ambiciosa estrategia de ganar mercados externos, dio un salto importante en Colombia al alcanzar la mayoría accionaria del laboratorio local Expofarma.
A la unidad de productos para el Cuidado Primario (la línea genérica tradicional de Expofarma) se le suman en el año los primeros lanzamientos de la Unidad de Alto Costo con Vyvalto (Emtricitabina + Tenofovir AF); Trivenz (Efavirenz + Emtricitabina + Tenofovir DF), Virontar y Virontar N (Darunavir + Ritonavir). Estos productos para el tratamiento del VIH son fabricados en Pilar, la que al contar con la certificación de INVIMA, la autoridad sanitaria de Colombia, constituye una ventaja competitiva importante para la producción en escala y consecuente ampliación de la capacidad exportadora. Por su parte, para Richmond Colombia significa contar con desarrollos exclusivos y únicos o primeros genéricos en la región, que mejoran la adherencia del paciente al tratamiento y a un costo que es fundamental para el acceso a los medicamentos. Además del plan para Colombia, Richmond continúa desarrollando y consolidando los mercados de Chile, Paraguay y Perú.
Producción sustentable
El laboratorio recertificó su sistema de gestión ambiental según la norma internacional ISO 14001:2015, confirmando el compromiso asumido de la administración de los riesgos medioambientales asociados a la actividad que desarrolla. “Así, estamos alineados a los esfuerzos globales para abordar los problemas relacionados con el cambio climático e impulsar el desarrollo sostenible, compatible con las tecnologías más eficientes y competitivas”, enfatiza Figueiras.
En cuanto al consumo de energía, entre los diferentes proyectos evaluados para disminuir el consumo de energía eléctrica, instauraron un programa de trabajo para la regulación de caudales en las UMA (Unidades de Manejo de Aire), que son los equipos que inyectan aire filtrado a la planta. El sistema de HVAC debe cumplir con varios requisitos para tener un ambiente propicio para la fabricación de medicamentos. Uno de ellos es el límite de partículas en el ambiente (esto se traduce en la calidad de filtrado de los equipos de inyección y extracción de aire), en la cantidad de renovaciones de aire de los locales y a los diferenciales de presión entre locales, entre otros.
Explican además que en las diferentes regulaciones periódicas, se logra generar una optimización de las renovaciones / hora de aire de los locales y de las presiones diferenciales entre locales y así disminuir el consumo eléctrico. Estos mecanismos arrojaron como resultado que, en el total de equipos de inyección y extracción, el consumo bajó 0.73 kW, es decir una reducción de utilización de energía eléctrica de 525 kW/h al mes (promedio), llevando a un ahorro acumulado desde su implementación de 2.16 MW/h, con una proyección de 6.42 MW/h año.
Esta iniciativa se suma a otras desarrolladas anteriormente como el cambio a iluminación LED, corte general de energía en oficinas e instalaciones sociales los fines de semana, feriados y horario nocturno.
En cuanto a las emisiones, efluentes y residuos, el análisis de Laboratorios Richmond parte del estudio de la huella de carbono, o de la cantidad de emisiones directas de gases de efecto invernadero que son liberadas a la atmósfera como consecuencia de las actividades de su planta de Pilar. Este indicador ambiental está expresado en toneladas equivalentes de CO2 y la empresa mide su evolución anual llevando a cabo un inventario de las fuentes emisoras que se analizan en su cálculo. En los últimos tres años se ha observado una disminución de las emisiones de CO2 debido a la instalación de equipos de energía eléctrica y gas más eficientes.
Fuente: Economía Sustentable