Notas de Interés
Esponjas marinas darían una alternativa al uso de antibióticos
Una investigación de la Universidad de Plymouth cultiva cepas bacterianas de esponjas de aguas profundas para combatir la resistencia a los antibióticos y antimicrobianos.

 

 

 

 

 

Investigadores de la Universidad de Plymouth (Inglaterra) crearon el Plymouth Antimicrobial Engagement Initiative (Iniciativa de compromiso antimicrobial de Plymouth), que acaba de presentar una mirada revolucionaria sobre un posible sustituto para los antibióticos.

 

Las esponjas marinas y el ecosistema de las profundidades marinas están relativamente poco estudiados y poco explotados en comparación con la vida en aguas menos profundas, pero el equipo de científicos, liderado por el profesor asociado de microbiología médica en la Facultad de Medicina y Odontología -Mathew Upton- ha identificado y desarrollado posibles nuevos antimicrobianos producidos por el microbioma de las esponjas que viven debajo de la superficie del océano.

 

El trabajo atrajo la atención de la Sociedad de Microbiología Aplicada del Reino Unido, que otorgó una beca para apoyar el proyecto. Así se conformará un equipo de científicos de microbiología médica y ecología marina dirigido por Upton y que incluye a Kerry Howell, profesora de Ecología de las profundidades marinas de la Facultad de Ciencias Biológicas y Marinas, y a Philip Warburton, profesor de Microbiología Médica de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la misma Universidad.

 

Juntos están desarrollando nuevos métodos de cultivo microbiano para aplicarlos a muestras únicas de una fuente rica en moléculas bioactivas e identificarán nuevos antimicrobianos que se necesitan con urgencia. Upton aseguró que “las profundidades marinas son la parte menos explorada de nuestro planeta, pero pueden ser la clave para resolver algunos de nuestros desafíos médicos más urgentes”.

 

El equipo ya cultivó más de 100 cepas bacterianas nuevas de esponjas de aguas profundas, algunas de las cuales han producido antimicrobianos que pueden matar SARM (estafilococo aureus resistente a la meticiclina). Además de la detección de posibles antimicrobianos, el equipo también estará atento a otras posibles aplicaciones en las áreas de cáncer, inmunodeficiencia y cicatrización de heridas.

 

“Creemos que las esponjas de aguas profundas contienen diversas poblaciones de nuevas bacterias cultivables y no cultivables -explica Upton-. Éstos representan una fuente sustancial no caracterizada y sin explotar de moléculas bioactivas que podrían ayudar a satisfacer la necesidad urgente de nuevos antimicrobianos y tener otras aplicaciones beneficiosas para la salud”. Durante los próximos tres años, el equipo trabajará con expertos del Laboratorio Nacional de Física del Reino Unido (NPL) e IBM, utilizando métodos de inteligencia artificial para diseñar nuevos antibióticos relacionados con la epidermicina. Luego investigarán su actividad contra patógenos clave, incluidos los enumerados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “amenazas prioritarias”. Diseñarán sistemas para la producción de antibióticos candidatos prometedores que pueden progresar en ensayos clínicos.

 

Fuente: Infobae

 

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