Un grupo de profesionales la Universidad Northwestern en Illinois (Estados Unidos) están desarrollando una vacuna en aerosol nasal contra el COVID-19. El desafío es poder hacer una vacuna que llegue a cualquier rincón sin necesidad de una cadena de frío.

Las pruebas mostraron que el aerosol de Northwestern superó a los tratamientos de anticuerpos actuales autorizados para su uso de emergencia por la Administración de Drogas y Alimentos de EEUU (FDA). El aerosol nasal mantuvo la eficacia durante más tiempo y también redujo el nivel general de infección.

El siguiente paso crucial para el aerosol nasal que es más barato de fabricar, que no requiere almacenamiento en frío y que puede autoadministrarse, es determinar su efectividad en humanos. Es para esa etapa que actualmente se han asociado con una empresa de biofabricación para ampliar la síntesis para las pruebas y, en última instancia, avanzar hacia la fase uno de los ensayos clínicos.

El proceso desarrollado podría ser valioso en la lucha contra futuras pandemias. “Esto podría cambiar las reglas del juego para muchos tipos diferentes de tratamientos, no solo para un tipo particular de enfermedad sino para múltiples enfermedades”, dijeron los investigadores.

Los ensayos clínicos para el aerosol nasal COVID-19 podrían comenzar a finales de año.

Fuente: Voz de América