Notas de Interés
Los fotofármacos permiten focalizar su acción para no dañar otras partes del cuerpo
Hay tres medicamentos que se regulan con la luz en fase de estudio: una morfina que no genera adicción, una alternativa a los betabloqueantes para el corazón y uno nuevo tratamiento contra la psoriasis.

 

 

 

 

Los fotofármacos son medicamentos que se regulan con la luz, supuestamente más eficaces que los convencionales y con menores efectos adversos. Actualmente, hay tres en fase de estudio, diseñados por un equipo del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y la Universidad de Barcelona (UB): una morfina que no genera adicción, una alternativa de los betabloqueantes para tratar enfermedades cardiológicas, y un tratamiento contra la psoriasis.

 

Morfina activada con la luz que no genera adicción

Este fármaco fue diseñado por el equipo del IDIBELL y la UB, y es un derivado fotosensible de la morfina que se puede activar de forma local a través de luz. Según explicaron los investigadores, al activarse de forma local no se genera dependencia en los usuarios.

 

Fotofármacos para terapias del corazón

Investigadores del CSIC desarrollaron moléculas que permiten controlar mediante la luz, la actividad del corazón, más precisamente la actividad de los receptores β-adrenérgicos (que se encuentra en el corazón, las arterias y los pulmones). Los betabloqueantes (que bloquean el receptor β-adrenérgico) son los fármacos más recetados en el mundo y se utilizan para tratar distintas patologías cardíacas.

 

Fotofármaco para la psoriasis

El nuevo fotofármaco para la psoriasis es una molécula activable con la luz que se une al receptor de adenosina A3, generando un potente efecto antiinflamatorio.

 

La fotofarmacología es un área emergente de la ciencia cuyo objetivo es el desarrollo de fármacos fotosensibles (los que se activan con la luz). Según explicaron los expertos, esta tecnología combina el fármaco con moléculas que hacen de interruptores y modifican la estructura y la actividad biológica con la luz.

 

Los fármacos activados por la luz centran su eficacia en los órganos o tejidos comprometidos, lo que permite que no dañen al resto del cuerpo, es decir, focalizan su acción. “Los fotofármacos pueden activarse y desactivarse mediante la luz con un gran control en el lugar de acción y durante el momento y tiempo deseados, abriendo así nuevos caminos hacia terapias altamente específicas y con menores efectos indeseados que surgen por la acción de los fármacos en otros órganos”, explicó Xavier Rovira, investigador del Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC) del CSIC.

 

Los investigadores del CSIC diseñaron y produjeron moléculas fotorregulables con actividad betabloqueante, lo que permite controlar la actividad del receptor de manera precisa y con muchos menos efectos adversos que los medicamentos convencionales.

 

Fuente: TN

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