Un reciente informe de Precedence Research revela que los Contract Development and Manufacturing Organizations (CDMO) que incorporan tecnologías de inteligencia artificial están viviendo un crecimiento exponencial. La industria biofarmacéutica exige mayor velocidad, calidad y eficiencia, lo que obliga a las organizaciones contratistas a redefinir sus capacidades productivas.

En la actualidad, los CDMO han pasado de ser simples aliados externos de la industria a convertirse en piezas clave dentro de la cadena de valor farmacéutica. La presión por reducir costes, acelerar el time-to-market y mantener estándares regulatorios cada vez más exigentes ha multiplicado la demanda de servicios avanzados de desarrollo y manufactura. Según el informe, el mercado global de CDMO crecerá de manera sostenida en los próximos años, impulsado principalmente por la digitalización de procesos y la adopción de IA.

El impacto de la inteligencia artificial en la producción farmacéutica es transversal. Desde el diseño de moléculas y la optimización de síntesis químicas, hasta el control de calidad en tiempo real, el mantenimiento predictivo de equipos y la simulación de procesos mediante gemelos digitales, las aplicaciones de esta tecnología ofrecen ventajas medibles en eficiencia, reducción de errores y escalabilidad. Algunos CDMO que ya han incorporado soluciones de IA reportan mejoras en la predictibilidad de resultados y una reducción significativa en los tiempos de desarrollo.

Este nuevo escenario obliga a transformar la infraestructura productiva. La digitalización de plantas, la integración de sistemas de captura y análisis de datos, y la validación de algoritmos frente a normas regulatorias internacionales se convierten en tareas críticas. A su vez, la capacitación de profesionales adquiere un rol central: operadores, ingenieros y especialistas en calidad deben sumar competencias en ciencia de datos, automatización y análisis predictivo para sostener la competitividad de sus organizaciones.

El avance de la IA no está exento de desafíos. Existen riesgos técnicos vinculados a la calidad de los datos y a la interoperabilidad de sistemas, además de barreras económicas derivadas de la inversión inicial y del retorno a largo plazo. La dimensión regulatoria representa otro punto sensible, ya que los marcos normativos aún deben actualizarse para validar herramientas basadas en algoritmos y garantizar trazabilidad, seguridad y cumplimiento de buenas prácticas.

Las proyecciones apuntan a un mercado de CDMO cada vez más consolidado en los próximos cinco a diez años, donde la IA y otras innovaciones como el machine learning y la automatización avanzada serán determinantes. Las alianzas estratégicas entre compañías farmacéuticas, CDMO y proveedores tecnológicos marcarán la agenda de crecimiento y adaptación.

El sector atraviesa un momento de transformación profunda. Incorporar inteligencia artificial ya no es una ventaja competitiva opcional: se ha convertido en un requisito indispensable para responder a la velocidad y complejidad de la producción farmacéutica contemporánea.

Fuente: Consalud.