El gigante farmacéutico Eli Lilly and Company comunicó que junto a Nvidia implementará un superordenador basado en sistemas DGX SuperPOD que entrenará modelos de inteligencia artificial (IA) para millones de experimentos relacionados con descubrimiento y desarrollo de medicamentos.

La operación implicará que Lilly explote modelos avanzados con datos propios y los ponga a disposición a través de su plataforma federada TuneLab. Este enfoque les permitirá, según la empresa, acortar los plazos de desarrollo, optimizar rutas de manufactura, y reforzar la predicción de resultados.

Desde la perspectiva de producción farmacéutica, la integración de IA en el proceso tiene varias implicancias: primero, la posibilidad de optimizar diseños de procesos, lotes piloto y escalado más rápido; segundo, un mayor uso de analítica avanzada para control de calidad, mantenimiento predictivo y optimización de cadenas de suministro; tercero, un modelo de colaboración donde la planta, los datos, la máquina y el algoritmo convergen para incrementar eficiencia.

Esto también plantea una revisión de las inversiones en infraestructura tecnológica, personal especializado en IA y datos, y una adecuada gobernanza de calidad, dado que la IA en ambientes regulados exige trazabilidad, explicabilidad y robustez. Para los proveedores y contratistas de la industria farmacéutica esta alianza es una señal de que la transformación digital no es solo un añadido sino un factor estratégico en el proceso productivo.

En definitiva, Lilly y Nvidia marcan un nuevo hito en la fusión entre la biotecnología, farmacéutica y tecnología de alto rendimiento. Las plantas de producción tendrán que adaptarse a la velocidad de esta convergencia para no quedarse rezagadas.

Fuente: PR Newswire.