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Producirán materia prima para uso farmacéutico del cannabis medicinal
El acuerdo entre el INTA y la empresa Pampa Hemp incluye inversiones para investigación, desarrollo y producción farmacéutica.

 

 

 

 

 

 

A pocos meses de la reglamentación de la ley 27.350, que permite la investigación médica y científica para el uso medicinal del cannabis y sus derivados, surgieron varios proyectos en la Argentina orientados a impulsar esta industria, hasta ahora inédita en el país. Uno de ellos es el acuerdo llevado a cabo por la empresa Pampa Hemp, con el apoyo del Instituto Argentino de Tecnología Agropecuaria (INTA), el cual será el primero en conformarse con inversiones tanto públicas como privadas.

 

“Pampa Hemp es una empresa que surgió a poco de ser sancionada la ley, en el año 2017, la cual básicamente es una norma que fomenta proyectos investigativos en relación con el cannabis medicinal”, explicó Sebastián Todesco, coordinador técnico del proyecto, que tendrá su sede en la Estación Experimental Agropecuaria, en las afueras de Pergamino, Provincia de Buenos Aires.

 

El objetivo del acuerdo con el INTA es impulsar la producción nacional de materia prima para uso farmacéutico orientado a aplicaciones médicas y terapéuticas de la planta de cannabis, utilizando mano de obra local y tecnologías desarrolladas en suelo argentino.

 

El proyecto -conformado por ingenieros agrónomos, genetistas, expertos dedicados al manejo de cultivos, y profesionales del sector- es el resultado del acuerdo entre INTA y Pampa Hemp, el cual está enmarcado dentro de las normativas fijadas en la reglamentación de la ley, que exige que los proyectos se realicen en conjunto con organismos estatales, como el INTA o el CONICET. “En ese sentido armamos esto que se diferencia de los otros acuerdos que están conformados por empresas estatales u organizaciones no gubernamentales”, comentó Todesco.

 

El foco estará puesto en las actividades tanto de investigación y desarrollo como también productivas, elaborando técnicas de cultivo de cannabis con diferentes variedades genéticas, así como el diseño de protocolos de producción apoyados en la integración y desarrollo de tecnologías locales de trazabilidad, inteligencia artificial aplicada, automatización, sensorización y monitoreo de cultivos que resulten posteriormente aplicables a nivel agronómico.

 

Según detalló el coordinador del proyecto, muchos de los acuerdos que están enmarcados por esta ley de cannabis medicinal están enfocados en el uso terapéutico de la marihuana y estudios clínicos, mientras que “este proyecto diferencial está enfocado en cómo producir cannabis como materia prima para su aplicación farmacéutica”. En ese sentido, cree que los laboratorios estarán muy atentos a todo esto: “Hay muchos actores que están interesados en ver cómo formular negocios dentro de esta industria. Hay una red de laboratorios nacionales que, según lo que propone la nueva reglamentación, se encargarían de las extracciones de los cannabinoides y fabricarían los aceites. Por el momento la industria no tiene la materia prima, por lo que hay que realizar un trabajo en conjunto con esos actores para determinar qué tipo de presentación exigen y qué controles y estándares de calidad se aplicarán”.

 

Por otro lado, hay casos de empresas locales que están realizando pruebas con productos que no se producen en el país. Por esta razón, se han visto obligados a importar el CBD, que es uno de los compuestos naturales de la planta de cannabis utilizado para este tipo de procesos.

 

Fuente: La Nación

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