El encuentro fue organizado por el Consejo Económico y Social. El presidente de la Agencia I+D+i, Fernando Peirano, moderó la mesa que abordó la cadena nacional de desarrollo y producción de vacunas.

En la apertura del panel, Peirano sostuvo que se necesita construir un Estado que impulse la innovación, que abra nuevos caminos para multiplicar oportunidades, empleos y proyectos. También señaló cuál es el papel de la Agencia I+D+i para posibilitar el diseño y fabricación de una vacuna argentina contra el COVID-19, explicó que, desde el organismo, se tuvo que “cultivar una base de capacidades científicas muy diversificadas y conocimientos de equipos de trabajo e identificar las necesidades emergentes, plantear un desafío científico tecnológico e impulsar las herramientas de políticas concretas para transformar esas capacidades generales en respuestas y herramientas efectivas y oportunas”. En este sentido, destacó el papel de la Unidad Coronavirus creada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, el CONICET y la Agencia I+D+i, que durante la pandemia selecciona, evalúa, asigna fondos y acompaña diversas iniciativas que lograron convertirse en herramientas concretas, eficaces y oportunas para fortalecer el sistema de salud.

Juliana Cassataro, quien dirige un equipo de investigación interdisciplinario que, a partir del apoyo brindado por la Unidad Coronavirus, trabaja en el desarrollo de una vacuna argentina, comentó los principales objetivos que posee el proyecto y afirmó: “La Argentina tiene todas las capacidades. Tiene muy buenos grupos científicos, excelentes investigadores clínicos y una industria farmacéutica de excelencia”.

Por su parte, Alberto Chevalier -director en I+D+i en GIHON Laboratorios Químicos SRL, una Empresa de Base Tecnológica (EBT) que entre sus productos desarrolla una molécula que se llama thimerosal, ampliamente usada en la producción de vacunas- señaló que GIHON es, hace 25 años, el único productor de este insumo a nivel mundial que cumple con todas las farmacopeas y especificaciones internacionales. En relación a la cadena nacional de desarrollo y producción de vacunas, Chevalier sostuvo que la Argentina, en el corto y en el mediano plazo, puede ser un centro de provisión de vacunas y de cualquier otro medicamento.

A su turno, Gabriel Tavella, director del Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba, mencionó las posibilidades que presenta en I+D+i la producción pública de medicamentos. Destacó que puede complementar al sector privado de la industria farmacéutica nacional al atender demandas que los privados no pueden satisfacer, sustituir importaciones y mejorar el acceso a la salud de la población en general.

También participó del panel Osvaldo Podhajcer, investigador superior CONICET y de la Fundación Leloir. Resaltó la importancia de tener una visión global frente a la pandemia y subrayó tanto las capacidades del sector científico como del productivo a la hora de desarrollar soluciones. “Queremos que las vacunas lleguen a la mayor cantidad de gente posible en el menor tiempo. Este es un desafío inédito para la humanidad”, concluyó.

Fuente: www.argentina.gob.ar