Investigadores de España y Dinamarca descubren una vía que va a permitir diseñar terapias para potenciar el efecto de los fármacos que se dirigen a reducir el colesterol en la sangre, principal causa de la aterosclerosis, responsable de muchas enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares (infartos o ictus).
El estudio revela que las células derivadas del músculo liso -las paredes de casi todos los órganos huecos del cuerpo, excepto el corazón- pueden ser una nueva diana sobre la que dirigir las futuras terapias. El mecanismo identificado se basa en un tipo de señalización inflamatoria en los subconjuntos celulares de células del músculo liso implicadas en el crecimiento de las placas de aterosclerosis, precisó el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC).
Según explicó Jacob Fog Bentzon, jefe de los equipos participantes del CNIC y de la Universidad de Aarhus, su descubrimiento abre nuevas oportunidades para diseñar terapias dirigidas a potenciar el efecto beneficioso de los fármacos para reducir el colesterol y conducir a una regresión más eficaz de las lesiones en pacientes con aterosclerosis avanzada.
Las células del músculo liso conforman la pared de las arterias y proliferan y se transforman en tipos de células alternativas durante la aterosclerosis, responsable de las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, como los infartos o los ictus. El colesterol en sangre es la principal causa de la aterosclerosis, y reducir sus niveles con un estilo de vida saludable o con medicamentos específicos es una forma eficaz de prevenir el desarrollo de una aterosclerosis peligrosa, explican desde el CNIC.
En los casos en los que ya se ha desarrollado una aterosclerosis avanzada, reducir las cifras de colesterol también sirve para disminuir el riesgo de lesiones irreversibles como puede ser un infarto de miocardio o cerebral, pero los mecanismos que hay detrás de esos efectos no se han explicado completamente.
“Los hallazgos de esta investigación muestran que cuando se inicia la reducción del colesterol en ratones con aterosclerosis avanzada, el subgrupo de células derivadas de células del músculo liso que hacen crecer las placas disminuye, mientras que se conservan sin variación otros tipos de células derivadas de células del músculo liso encargadas de estabilizar las placas”, explicó Laura Carramolino, autora principal del trabajo.
Los investigadores han demostrado que los subtipos específicos de células derivadas de células del músculo liso desaparecen de las placas después de reducir el colesterol, lo que conduce a la contracción de las placas ateroscleróticas.
Fuente: Expreso