Notas de Interés
Identifican un potencial biomarcador para detectar Covid persistente
El hallazgo incide en el papel clave del sistema inmune y abre la puerta al diseño de fármacos para revertir esta disfunción.

 

 

 

 

Están a punto de cumplirse cuatro años de la eclosión de una pandemia que sacudió el mundo y aunque el virus de covid está ahora controlado, su resaca todavía pesa sobre millones de personas. El covid persistente, que se manifiesta con una amalgama de síntomas duraderos en el tiempo -hay más de 200 diferentes identificados- tras pasar la infección por coronavirus, afecta a una de cada ocho personas, y los científicos siguen intentando descifrar qué hay detrás de esta heterogénea dolencia. Algunos estudios apuntan a una disfunción inmune; otros a la presencia de un reservorio viral oculto; también hay quien señala a una inflamación persistente; pero el mecanismo fundamental sigue sin estar claro. Un estudio publicado recientemente en la revista Science arroja luz sobre este punto al identificar un potencial biomarcador en sangre para detectar el covid persistente: los investigadores señalan que las personas afectadas presentan una desregulación en las proteínas del sistema del complemento, una red de moléculas que participa en la destrucción de patógenos. El hallazgo incide en el papel clave del sistema inmune en el desarrollo de covid persistente, y abre la puerta a diseñar fármacos dirigidos a revertir esta disfunción en una de las líneas de defensa del organismo.

 

La pandemia ha dejado, según la Organización Mundial de la Salud, cerca de 778 millones de infectados y siete millones de fallecidos. Pero también miles de personas en un limbo que no cuentan las estadísticas: son aquellos individuos ya sin infección activa, pero enfermos; con fatiga, niebla mental, dolores musculares, problemas respiratorios o todo a la vez. “Actualmente, no existen pruebas diagnósticas ni soluciones terapéuticas para los pacientes afectados”, admiten los autores del estudio publicado en Science. No hay tratamientos ni test porque la covid persistente todavía es, para los científicos, un puzle a medio hacer.

 

Proteínas del sistema del complemento

 

Sin embargo, investigadores de la Universidad de Zúrich (Suiza) han logrado caracterizar un patrón habitual en el covid persistente. Los científicos siguieron durante más de un año a 39 participantes sanos y 113 pacientes con covid y tomaron muestras de sangre de todos ellos en distintos momentos para identificar biomarcadores comunes de las personas con covid persistente. En la cohorte había personas infectadas por coronavirus, pero que no tuvieron covid persistente; otras que sufrieron síntomas durante unos meses tras la infección e individuos que desarrollaron este síndrome poscovid y lo mantuvieron en el tiempo. “Extrajimos sangre de los pacientes y observamos más de 6.500 proteínas diferentes. Luego nos preguntamos cuál es la mayor diferencia y esa estaba en las proteínas que pertenecen al sistema del complemento” señala Onur Boyman, autor del estudio y responsable de Inmunología Clínica y Alergología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zúrich.

 

Los científicos detectaron que todas las personas con covid persistente presentaban una disfunción en este mecanismo que forma parte de la inmunidad innata, que es la primera línea de defensa del organismo. El sistema del complemento es una red de proteínas que funcionan en cascada, activándose unas a otras para ayudar a reconocer y destruir elementos nocivos. El problema es que si este mecanismo está desregulado, puede ser dañino para el organismo. “Este estudio demostró que el sistema del complemento estaba activo en el covid persistente: cuando los pacientes tienen esta dolencia, también tienen activo este sistema. Y lo que es interesante es que, en el grupo de pacientes con covid persistente, hubo algunos que tuvieron suerte y se recuperaron. Y en esos casos, el sistema del complemento también volvió a la normalidad”, sostuvo Boyman.

 

El científico explica que el sistema del complemento no solo se comunica con el ejército de defensa del organismo, sino también con el sistema de coagulación de la sangre, por ejemplo. De hecho, los investigadores encontraron que los pacientes con covid persistente tenían marcadores de una coagulación alterada y lesión tisular, lo que podría explicar la presencia de pequeños coágulos de sangre, sugiere Boyman. Y pone un ejemplo: “El sistema del complemento también se comunica con muchas células diferentes, por ejemplo, las células que se encuentran dentro de los vasos sanguíneos. Si el sistema del complemento está activo, esas células pueden dañarse. Entonces, en un individuo que tiene tales daños en las células endoteliales [las que recubren el interior de los vasos sanguíneos], si hace ejercicio, su corazón bombea más, la presión arterial aumenta y eso genera un estrés sobre esas células endoteliales. Entonces, estas células tienen un doble estrés y esto puede explicar la intolerancia al ejercicio”.

 

El estudio no entra a analizar de forma concreta si la desregulación de este mecanismo asociado al sistema inmune justifica esa variada mezcla de síntomas vinculados al covid persistente, pero Boyman dice que esa red de proteínas está en contacto con todo el organismo. “El sistema del complemento consta de pequeñas proteínas que pueden ir con la sangre a todos los órganos: al cerebro, a los pulmones, al intestino, y estos órganos pueden interactuar con todo tipo de células. Entonces, en una situación normal, el sistema del complemento está completamente activo, pero no porque tengamos una infección viral, sino porque este sistema tiene muchas funciones diferentes, como eliminar las células muertas. Sin embargo, si tienes un sistema del complemento desregulado, puede causar daños y el alcance del daño puede ser muy individual. En algunas personas puede ser el cerebro, en otras los pulmones o el intestino”, concluye.

 

Fuente: FABA

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