Notas de Interés
Un nuevo fármaco podría atacar al cáncer de pulmón desde adentro
Un estudio afirma que una molécula reduce las células iniciadoras del cáncer y promueve la inmunidad antitumoral

 

 

 

 

 

 

El cáncer de pulmón de células pequeñas o CPCP avanza rápido y es muy letal. Conocido también como cáncer de pulmón microcítico, supone el 15% del total de los tumores diagnosticados en este órgano. Curar esta neoplasia maligna agresiva es complicado. Por lo general, cuando los médicos dan con ella, el cáncer ya se ha diseminado y ha hecho metástasis.

 

En este escenario, se publicó un nuevo estudio calificado como "prometedor". Los investigadores del UT Southwestern Medical Center (Dallas, Estados Unidos) han demostrado la capacidad de una molécula para destruir células tumorales e incitar una respuesta inmunitaria en modelos preclínicos (en animales) de cáncer de pulmón de células pequeñas. Los hallazgos, publicados en Nature Communications, podrían conducir a tratamientos más eficaces para el CPCP, una de las principales causas de muerte por cáncer en el mundo occidental.

 

"Tenemos un nuevo fármaco realmente emocionante que podría dirigirse a una enfermedad que es muy difícil de tratar", explica Esra A. Akbay, profesor y miembro del Programa de Desarrollo e Investigación del Cáncer del 'Harold C. Simmons Comprehensive Cancer Center' de UT Southwestern. "Esta investigación marca un paso crucial hacia la potencial remodelación del estándar de atención para los pacientes con cáncer de pulmón de células pequeñas".

 

Para comprender cómo funciona el cáncer es necesario tener presente que las células sanas solo pueden dividirse un número limitado de veces durante la vida del organismo. En cambio, las células tumorales son inmortales: proliferan indefinida y descontroladamente. Por eso, los científicos comenzaron a interesarse en la posibilidad de tratar el cáncer de pulmón dirigiendo el tratamiento a los telómeros, las estructuras de ADN que protegen los extremos de los cromosomas y cuyo estado determina la capacidad de la célula para dividirse indefinidamente. Las primeras investigaciones empezaron en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de España, lideradas por María Blasco.

 

El nuevo estudio in vitro y en modelos de ratón ha seguido los pasos de estas investigaciones y, como el CNIO, utiliza la molécula 6-tio-2'-desoxiguanosina (6-tio-dG) dirigida a los telómeros, tras entrar en el torrente sanguíneo, la 6-tio-dG se incorpora rápidamente a las células tumorales, donde daña los telómeros y provoca la muerte celular, al tiempo que preserva las células sanas.

 

"Es difícil idear tratamientos que afecten al ADN de las células cancerosas porque la mayoría de las veces también son tóxicos para las células de la médula ósea, que producen células inmunitarias y sanguíneas", explica el Dr. Akbay. "Pero la 6-tio-dG [que actualmente está en ensayos de fase II] no es tóxica para las células sanas en dosis terapéuticas", añade.

 

El equipo probó la eficacia del compuesto 6-tio-dG y descubrió que reduce una subpoblación de células similares iniciadoras de cáncer. Esto inhibe el crecimiento de las células del CPCP, incluso de las resistentes a la quimioterapia, y reduce la carga metastásica.

 

El fármaco también tuvo efectos positivos en el entorno inmunitario del tumor. El tratamiento con 6-tio-dG provocó la activación de respuestas antitumorales innatas y adaptativas. En ratones, hizo que el tumor fuera visible para las células inmunes. Esto aumentó el reclutamiento de linfocitos T y células asesinas naturales y disminuyó la presencia de células mieloides que pueden favorecer el crecimiento tumoral. Por último, en ratones con el sistema  inmunitario intacto, descubrieron que la 6-tio-dG puede sensibilizar las células del CPCP a la radioterapia.

 

Fuente: La Razón

 

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