Novartis confirmó que ha pactado comprar Tourmaline Bio, empresa con sede en Nueva York, por USD 1.400 millones sobre una base totalmente diluida, ofreciendo USD 48 por acción. La operación, estiman desde la farmacéutica suiza, debería cerrarse durante el cuarto trimestre del año, momento en que Tourmaline pasará a integrarse como una filial indirecta de Novartis.
El movimiento refuerza la estrategia de Novartis de incorporar capacidades innovadoras en oncología. Tourmaline Bio, conocida por su pipeline en terapias innovadoras contra el cáncer, se alinea con los objetivos de crecimiento de grandes farmacéuticas que buscan reforzar su perfil de I+D mediante adquisiciones selectivas. Además, esta adquisición demuestra la fortaleza del mercado biotecnológico en términos de valoración cuando los activos tienen promesa clínica significativa.
Para Novartis, el desafío será integrar los desarrollos científicos de Tourmaline en sus plataformas más amplias de desarrollo, asegurar la continuidad de los proyectos en curso y capitalizar sinergias regulatorias y comerciales. También será importante observar cómo repercute esta compra en su mix de inversión en investigación, las expectativas de retorno de los nuevos productos, y cómo se ajustará su portafolio existente frente a los productos que Tourmaline aporta.
Desde el punto de vista competitivo, esta operación podría provocar reacciones similares en otras grandes farmacéuticas, que verán reforzada la presión para adquirir biotecnológicas con innovación temprana, como forma de reducir tiempos de desarrollo y compartir riesgos en etapas clínicas avanzadas.
Fuente: Reuters.