El tratado firmado en los últimos días establece que Argentina otorgará acceso preferencial a medicamentos estadounidenses, mientras EE. UU. eliminará aranceles recíprocos para productos no patentados. Además, prevé que las certificaciones y autorizaciones otorgadas por la autoridad regulatoria norteamericana, la Food and Drug Administration (FDA), sean aceptadas automáticamente en Argentina, sin necesidad de revalidación por parte de la ANMAT. Esa flexibilización regulatoria, reclamada por laboratorios internacionales, es vista con preocupación por actores nacionales.
El foco del debate está puesto en las “patentes secundarias”, es decir, modificaciones menores a principios activos existentes: nuevas sales, polimorfos, formulaciones, dosificaciones. Para los laboratorios innovadores, estas patentes garantizan exclusividad prolongada. Para los fabricantes de genéricos —columna vertebral de la producción local—, constituyen un obstáculo que podría impedir la competencia y encarecer los medicamentos. Expertos advierten que el nuevo marco impulsado desde EE. UU. podría privilegiar monopolios foráneos y desincentivar la producción nacional.
Los defensores del acuerdo aseguran que la aceptación de estándares internacionales agilizará trámites regulatorios, facilitará la introducción de nuevos medicamentos y atraerá inversiones al país. Pero las cámaras del sector y varias empresas locales advierten que la letra chica es clave: si no se preservan mecanismos de protección local, la industria nacional podría enfrentar una competencia desigual y pérdida de mercado.
En conclusión, y en plena incertidumbre, el sector farmacéutico argentino queda expuesto a un cambio estructural de gran magnitud. Si las exigencias de EE. UU. se implementan sin salvaguardas, la producción local de genéricos podría sufrir un golpe duro, con efectos sobre los precios de los medicamentos y el acceso de la población. Será clave observar cómo avanza la reglamentación final del acuerdo, qué controles se mantienen, y si se prioriza la competencia justa o se consolida un nuevo régimen de dominio de empresas multinacionales.
Fuente: Ámbito Financiero.