La farmacéutica norteamericana Eli Lilly se convirtió en la primera compañía del sector salud en alcanzar una capitalización bursátil de 1 billón de dólares (US$ 1 trillion), sumándose a un grupo exclusivo hasta ahora dominado por gigantes tecnológicos. 

El impulso decisivo provino del éxito de sus medicamentos estrella: Zepbound —para la obesidad— y Mounjaro —para diabetes tipo 2—, que convirtieron a la obesidad de un nicho poco significativo hace pocos años en uno de los segmentos más lucrativos del mercado farmacéutico global. En su informe más reciente, Lilly reportó ingresos combinados de más de 10.090 millones de dólares provenientes únicamente de su cartera contra la obesidad y la diabetes, lo que representa más de la mitad de sus ingresos totales en ese trimestre.

La subida de las acciones, superior al 35 % este año —y más de un 75 % desde el lanzamiento de Zepbound a fines de 2023— refleja no solo confianza inversora en los productos actuales sino expectativas elevadas sobre el futuro del mercado de salud metabólica. Este logro trasciende lo financiero: pone a Eli Lilly en una posición de liderazgo global, desplazando a rivales históricos en el segmento de GLP-1 y tratamientos de obesidad, y realza la relevancia estratégica de esta área terapéutica.

Este protagonismo creciente de la obesidad y las enfermedades metabólicas —antes subestimadas en gran parte del mundo— sugiere un cambio de paradigma en la industria farmacéutica: los tratamientos contra la obesidad dejan de ser un nicho, para convertirse en un pilar central de inversión, investigación y rentabilidad. En ese contexto, compañías que históricamente se dedicaban a enfermedades crónicas clásicas ahora redirigen esfuerzos a un mercado cuya demanda e impacto social están en expansión.

Para los mercados y los reguladores, la entrada de Eli Lilly al club del billón de dólares plantea interrogantes: ¿qué impacto tendrán estos fármacos de alto costo en la salud pública global? ¿Cómo se regulará su producción, distribución y accesibilidad? ¿Qué papel jugarán en la lucha contra la obesidad y enfermedades metabólicas en países de ingresos medios y bajos? Más allá del éxito económico, este salto representa la consolidación de un nuevo actor de peso en salud mundial, con capacidad de influir en tendencias sanitarias, comerciales y regulatorias.

Fuente: Eli Lilly.