El acuerdo fija tres líneas de acción clave: fortalecer la prevención y optimización del cribado diagnóstico desde los niveles más tempranos de atención; impulsar una atención multidisciplinaria y coordinada entre Atención Primaria, Laboratorio y Especialidades Hospitalarias; y promover campañas de concienciación dirigidas a profesionales y a la población sobre la interconexión de este tipo de patologías y los beneficios de detectar pronto sus señales.

Con más de mil millones de personas en el mundo afectadas por enfermedades cardiovasculares, renales o metabólicas, la iniciativa adquiere una dimensión global. 

La apuesta conjunta reconoce al laboratorio clínico no solo como un centro de diagnóstico, sino como un puente entre distintos niveles asistenciales, lo que facilita el seguimiento continuo del paciente y mejora la toma de decisiones clínicas compartidas.

Para los directivos de ambas entidades, la meta no se limita a detectar enfermedades, sino a transformar la manera en que se estructuran los servicios de salud: “Creemos en el poder de la colaboración con todo el ecosistema sanitario para avanzar hacia la acción temprana, mejorar la calidad de vida de los pacientes y aliviar la carga sobre los sistemas de salud”, señalaron.

Este tipo de alianzas adquiere especial relevancia en un contexto global marcado por el aumento de enfermedades crónicas y comorbilidades. La detección precoz, la integración asistencial y la concienciación aparecen como pilares fundamentales para revertir tendencias de deterioro sanitario.

Fuente: Infosalus.